lunes, agosto 06, 2012

H


Hoy pasé a visitarte en un sueño
y me abrazaste con un brillo de
infinito amor en tu sonrisa 
(paraíso)

Entre tu alma y la mía
no existe tiempo ni distancia.

domingo, agosto 05, 2012

Lucho

Otra vez ese mamarracho con la música al palo...
Y así transcurrían los días en la vida de Lucho. Había días de paz y días Calamaro; esos eran los peores.

Pero lo maravilloso de esta historia, además de que en el hogar de Lucho eran siempre las ocho menos diez, es que su casa, como las del resto del barrio tenía paredes casi transparentes. Todo se escuchaba. Todo. Las  conversaciones, las peleas, los perros y sobre todo la música.

El problema: el Aiwa Killer Power 5000 de su vecina Moni, una bizarreada de la tecnología que parecía sonar dentro de la casa de Lucho. Y aunque no siempre era así, cuando sucedía existían dos posibilidades en el mundoluis: la primera, que escuchara la ‘música’ mientras escribía relatos. La segunda, que puteara y golpeara las paredes con vehemencia, maldiciendo a la abuela de Moni y a su nieta, deseando tener un Marshall jcm 800, para poner la distorsión al palo y dejar la guitarra frente a la cabina, creando así un espacio único en el que la física se encargara de emular sonidos del infierno que entrarían en los oídos de Moni como un enjambre de agujas, haciendo de su turbación el deleite de Luzbel.  

Pero falta un tiempito para el Marshall, al menos eso creo yo. Luis cree que lo conseguirá muy pronto.

Y así transcurrían los días en la vida de Lucho. Había días Redondos y días de bomba loca; esos eran los peores.